lunes, 19 de enero de 2009

Oyendo el silencio...

Llego a casa después de una larga semana... clases, exámenes, deberes, ensayos... mi mente solo piensa en llegar a la próxima semana... entro haciendo el menor ruido posible, al ver a mi hermano dormir con la boca abierta me recuerda mi infancia, mientras le acaricio la mejilla se me dibuja una sonrisa en la cara, miro enciendo la pantalla del ordenador... las cinco... cierro todas las ventanas y lo apago para no despertar a nadie con el leve ruido que este produce... no tengo sueño y por lo tanto tampoco intención de dormir, pero mis piernas no aguantas más así que me tumbo en la cama, ni me molesto en taparme y escucho... el más mínimo ruido me llama la atención, los vecinos llegan a casa, la señora de la limpieza ha llegado al edificio para limpiar y empieza a moverse el ascensor... inconscientemente pienso varias cosas sin apenas darme cuenta, lo que más me llama la atención es el silencio... A causa de la rutina diaria no estoy acostumbrado a semejante silencio...

Es entonces cuando llega el momento más especial... pienso en esa canción que tanto escucho... mi mente la tararea sin hacer un sonido... Tras acabar suspiro, me mojo los labios ya secos y saboreo el ron que aún puedo notarme en los labios... cierro los ojos disfrutando de tan brillante sonido como es el silencio... y sin darme cuenta caigo dormido con la mejor melodía que mi memoria alberga y que tan pocas veces mis oídos oyen...


Oscuro recuerdo, tristeza abadita...
¿Dónde te puedo encontrar?
Surge en la noche la luz que ilumina mi corazón...

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