viernes, 18 de septiembre de 2009

La vuelta al cole.

Setembre... un mes caracteritzat per un gran esdeveniment odiat per tots els xiquets... "la vuelta al cole", ningú vol que s'acaben les vacances, ningú vol tornar a les classes, però encara que intenten ocultar-ho molts xiquets ho estaven desitjant... tornar a vore el seus companys, els divendres d'emoció a l'hora d'eixir, els dilluns tots contant que han fet durant el cap se setmana... una monotonia que molts tiren a faltar i en el fons els agrada tornar a ella...

Fa menys d'una setmana va tornar a passar, vaig haver de tornar a l'institut on tantes hores he passat, però res és com abans... ara no he d'acudir a totes les classes, només a dos... tinc la setmana plena d'hores lliures però poca gent amb qui compartir-les, ja no hi haurà més partits, ni més fuges de religió per a jugar al futbol, ni més dissenys de taules de ping-pong...

Tot ha canviat... els meus companys no són allà, la meua classe ha desaparegut... don Vicente Simal s'ha encarregat de què desaparega la linea... a partir d'ara podem dir que vam ser els últims linieros de l'institut, les nostres grades estan soterrades en terra, fins i tot l'aigua ha deixat de córrer per la font... és com si tota la alegria que guardava l'institut i la bellesa amb la que brillava el dia de les orles haguera desaparegut per complet. Poca cosa queda ja allà per a mi...

Pareix que aquell ja no és el meu lloc. La vida que fa ja anys li vam donar nosaltres al Pere María s'ha acabat, es hora de que noves generacions arriben i li tornen eixa vida que ha perdut, s'ha acabat allà la generació del 91, els últims linieros s'han dispersat...

Aquest serà un any dur...



Tants records,
tants somnis que ens han ofegat,
tanta il·lusió que vam crear,
tantes imatges al meu cap
i tanta gent que ens ha deixat,
tants somriures que han apagat,
tants sentiments que no han canviat,
tants carrers que ens han estimat,
tants iris de complicitat,
tantes ferides a les mans,
tantes hores que vam parlar,
tantes històries per contar,
tants carrers que vam fer gastar,
tantes places que vam plenar,
tantes fugides als camals,
tantes ferides a les mans
tantes cares i punys alçats,
tanta il·lusió al caminar...

sábado, 12 de septiembre de 2009

Dulces sueños

Dicen que de todos los animales de la creación el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir...

Tal vez se diferencia al resto de los animales en sus ambiciones, no se conforma simplemente con sobrevivir, tal vez quiera una vida plena, ser feliz...

Pero... ¿a que precio? ¿Hasta donde está dispuesto a sacrificarse por lograr su felicidad? ¿Qué está dispuesto a arriesgar? ¿Por qué? ¿Realmente será feliz? ¿Y si no lo fuese?... ¿No habría perdido su tiempo en conseguir la supuesta felicidad?

Está sensación es nueva para mi, no puedo parar de gritar y de reír, voy a continuar... mientras me quede aire que respirar.... ¡Quédate conmigo! Ya no puedo más, es cierto, creo que voy a estallar. Echaré a correr si quieres acompáñame... juntos de la mano caminemos sin mirar atrás, yo voy a cuidarte y tú me puedes vigilar...

En la penumbra y en la luz, en el error y en el saber, en cada rumbo que marque mi destino, estoy contigo... te acompañaré. No digas que ya no podré mirar atrás y encontrar tu nombre sobre el mar, no me digas que yo puedo estar sin ti, tu cálido recuerdo me perseguirá andando en mi camino... sé que algún día yo lo encontraré...

¿Cómo podemos apodar a dicho sentimiento, deseo o necesidad de ser feliz? ¿Sueño tal vez?... Está noche he soñado algo... una pesadilla sin duda... hace mucho tiempo que no tenia ninguna... me desperté sobresaltado de la cama y fije la mirada en la pared, tras beber un poco de agua de la botella que descansaba sobre la mesilla de noche volví a caer sobre la cama y no tarde ni tres segundos en volver a dormir placidamente...

Recuerdo a la perfección ese momento... pero no lo que pasaba en el sueño. Sin embargo, aún recuerdo y no creo que las vaya a olvidar nunca las pesadillas que tenía cuando era mucho más pequeño... Cuando me levantaba todas las mañanas a ver Megatrix y grababa todos los capítulos de la serie "Dragon Ball Z" para verlos una y otra vez al largo de la tarde, cuando por la noche me acostaba en mi habitación y soñaba que Celula se balanceaba sobre mi para clavarme su enorme aguijón, enseguida me levantaba de un salto de la cama sudando y llorando y corría hasta la habitación de mis padres para que me dejasen dormir con ellos, al día siguiente a la hora de dormir al apagar la luz volvía a tener la misma imagen en mi cabeza... no era capaz de olvidarla hasta el punto de fingir dolores de cabeza para dormir con mis padres.

Al igual que las pesadillas también recuerdo sueños agradables... pero ¿cómo es posible que pueda recordar sueños de cuando apenas tenía 4 años y no recuerde los de hace menos de 24 horas? Los sueños no siempre son pesadillas, también son deseos... cosas que deseamos que ocurran... tal vez la felicidad que busque el hombre se base en sueños...

Por lo tanto, si cuando más soñamos al largo de nuestra vida es durante nuestra infancia... ¿porque queremos crecer? ¿No éramos antes más felices?

Quizás Petter Pan no fuese tan inmaduro y tonto como antes creía... tal vez él tuviese algún motivo para no querer crecer y acertó en su elección. Tal vez sea el dibujo animado más impredecible que nunca ví...

Vaya con Petter Pan...