Tonatiuh

Poco tiempo después de mi entrada en la banda recibí en mis manos una partitura llamada "Tonatiuh", al principio no le di mucha importancia, simplemente una partitura más... tras tocarla a primera vista me di cuenta de que no era moco de pavo y llego a ser un pequeño reto, quizás no tanto como en su día "Huapango", pero sin duda un pequeño reto más a superar... reto que poco a poco fue agrandándose cuando Yaiza me anunció que sería la partitura que tendría que estudiarme para mi examen de bajo... de forma que me puse manos a la obra y le dedique bastante más tiempo que a cualquier otra obra, cual fue mi sorpresa cuando un día antes de mi examen el dedo índice del gran director Joan Iborra me señaló pidiéndome que tocase yo solo una parte de la obra... en cuestión de segundos todos los pelos de mis brazos adquirieron forma de aguja y un sudor frío invadió mi espalda, mis oídos no daban crédito a lo que habían oído y mi boca tartamudeante de los nervios pronunció un "Y-yo?", tras la confirmación del maestro me puse en posición y con todo el cuerpo temblando (más de lo normal) y prácticamente sin aliento toque como mejor pude esa parte cortada a mitad por la voz del maestro pidiéndomelo más picado, esta vez mi lengua agilizó sus movimientos para obtener el resultado y finalizar, tras acabar mis ojos observaron detrás de Iborra a uno de mis amigos y mi profesora simulando aplausos, ese gesto consiguió sacarme los colores que nadie suele sacarme muy a menudo... tras la palabra del maestro que cada vez que toco dicha pieza recuerdo con orgullo, "perfecto", todos esos colores se acentuaron mucho más... como cuando era más pequeño.

La importancia de Tonatiuh no acabó aquí ya que el 22 se abril se acercaba día tras día i todos los días mis oídos escuchaban alguna anécdota sobre "Alcoi 2008", esas anécdotas hicieron emocionarme y esperar cada día más impaciente ese 22, no fue hasta el momento en que vi como los timbales y el bombo tocaban con todas sus ganas cuando al alzar la mirada pude observar todos los balcones de todas y cada una de las casas repletas de gente, en las gradas no había ni un sitio libre, estaban todos aplaudiendo y gritando a las bandas que pasaban una tras otra... pero de repente sonó... el sonido de los platos que anunciaba mi entrada me despertó del sueño que estaba viviendo y me dispuse a tocar el clarinete como pude para que sonara lo mejor posible. Al acabar la experiencia de Alcoi 2009, aunque con algunos fallos, estaba totalmente satisfecho y orgulloso por mi y por todos mis compañeros del trabajo realizado allí, una vez más Tonatiuth me había echo sentir como un niño más pequeño como lo izo Iborra con su palabra, me había ilusionado, emocionado y gozado como un niño el día de los reyes magos. Espero que todos mis sentidos puedan volver a disfrutar de espectáculos como este en muchísimas ocasiones y que lo disfruten con la gente que me estuvo rodeando durante todo el pasacalle.