Necesariamente diferentes...

Dicen que cada persona es diferente a cualquier otra, este es el principal aliciente de la vida, ya que si todos fuésemos iguales sabríamos de antemano que piensa cada uno y como actuará de cara a una situación.

Con el transcurso de los años se ha podido observar que cada persona coincide más con unas personas que con otras y se entienden mejor, se puede decir que las personas que más se parecen son las que mejor se llevan. Por otro lado, entre las personas que coinciden más bien en pocos aspectos hay más discusiones y roces, y como el roce hace el cariño cuentan que los polos opuestos se atraen.

Pero aún no sé que es lo que hace especiales a las personas que nos rodean, porque siento más curiosidad por conocer a unas personas que a otras... porque confió más en unas personas que en otras cuando ninguna de ellas me da motivos para desconfiar de ellas... porque dependiendo de mi estado de ánimo prefiero compartir el tiempo con diferentes personas...

Quizás nunca lo sabré... nadie lo sabrá... Al mirar a los ojos a alguien puedes intuir si te miente, si está inquieto o si es sincero, pero nunca lo sabes de verdad ya que no sabes lo que realmente piensa en ese momento y la única prueba que tienes es su palabra... de modo que no nos fiaremos de las personas ya que es un riesgo innecesario.

Después de saber esto llegamos a la conclusión de que realmente da igual lo que la gente diga, piense o te haga sentir ya que puede ser una ilusión creada por nosotros mismos sobre lo que deseamos ver, para nada real. Lo único importante será lo que nosotros mismos sintamos al estar con esas personas. No estaremos agusto con alguien por como es, sino por como te hace ser.

En un mundo de falsedad solo podemos fiarnos de nosotros mismos... y en ocasiones ni eso...