Pequeños jugadores del tiempo...

El pequeño soñador con apenas 5 años estaba deseando bajar al parque a jugar con sus amiguitos, pero aún no acabo sus deberes, por ese mismo motivo su madre le prohíbe bajar a jugar usando la famosa y tajante frase "cuando seas mayor harás lo que quieras, mientras vivas en esta casa, harás lo que se te diga", el niño enfadado tira la mochila contra el suelo con todas sus fuerzas y rompe a llorar, en su mente solo existe un deseo... "ojalá fuese mayor y pudiera hacer lo que quisiera...".


Un joven de apenas unos 14 años vuelve a su casa, tras dar-le dos besos a sus padres se encierra en su habitación a hablar por su nuevo móvil con su primer amor, casualmente hoy no es su día de suerte ya que por parte de su amada solo escucha gritos mientras aleja el teléfono de la oreja poco a poco... En el momento de debilidad entra su madre y le ordena recoger el cuarto, poner la mesa, bajar la basura, estudiar para el examen de mañana... aguantando sus lágrimas se decide a hacerlo y al ver a su hermano viendo los dibujos con una sonrisa de oreja a oreja dibujada en su rostro coge la bolsa de basura y cuando sale a la calle, asegurándose que nadie le ve, deja deslizar algunas de sus lagrimas por su mejilla... piensa en las palabras de sus padres y dice susurrando "¿Y está es la mejor etapa de la vida? ¿Llena de problemas y obligaciones? ¡Y una puta mierda! Ojalá pudiese volver atrás en el tiempo y vivir como mi hermano, sin obligaciones, preocupaciones y toda esta mierda..."

En una noche de verano un joven de escasos 17 años va con sus amigos alegremente por la calle, habían estado cenando y tomando copas, así que salieron dispuestos a seguir con su fiesta y pasarse-lo en grande. "Ey, mira que garito más guapo colega, ¡¡vamos a entrar!!" todos alegres afirman con la cabeza y con una sonrisa en la cara entran, de esos 7 jóvenes solo 3 son mayores de edad, pero casualmente solo paran a 3 de ellos debido a su pequeña estatura comparada con el resto, los 3 sacan el DNI para muestrar sus 18 años, todos pasan menos nuestro joven al cual no dejan entrar, sus amigos están demasiado emocionados y alterados como para dar-se cuenta de que han perdido a un miembro y nuestro joven tendrá que volver solo a casa, se ha quedado sin fiesta y está muy enfadado, su mente está completamente bloqueada y una voz susurra en su mente "¿Porque cojones tengo tan mala suerte? soy el único menor de edad al que le han pedido el DNI... si yo tubiera 18.... me caguen la puta..."

Suena el despertador, las agujas marcan las 6 de la mañana y el sueño le impide abrir los ojos, apaga el despertador con la intención de dormir un poquito más, pero su mujer le ha visto las intenciones... "cariño, levanta que tienes que ir a trabajar... ah por cierto, acuérdate que hoy tienes que llevar al niño al partido, a las 7 eh, que no se te olvide...". Según baja al portal ve el buzón lleno, tras coger las cartas se dirige hacia el coche mientras ojea las facturas y calcula aproximadamente... "a duras penas llegaremos a fin de mes..." piensa después de hacer sus cálculos... Ha sido un largo día de trabajo y repleto de problemas y cuando por fin llega a casa recuerda que tiene que llevar a su hijo al partido... una vez allí se sienta en las gradas a ver el partido con una sonrisa mientras ve jugar a su hijo... recuerda su juventud y se puede apreciar la nostalgia en su rostro... Después de acabar, mientras van a casa su hijo le cuenta por encima algún detalle del partido y le pide dinero, esta noche saldrá de fiesta con sus amigos. El padre afirma con la cabeza mientras piensa "Y yo mañana a las 6 al trabajo otra vez... si pudiera volver atrás y volver a disfrutar una vez más de los mejores años de la vida..."

Se oye el canto del gallo a lo lejos mientras los primeros rayos del sol entran por la ventana, el pobre anciano maldice el dichoso animal que nunca le deja dormir un poco más y va a la cocina a desayunar, después de ver el calendario está feliz, es su cumpleaños y sabe que su hija y su nieto irán a ver-le como cada año. Horas después suenan fuertes golpes en la puerta, aunque su oído ya no da mucho más de si aún puede distinguir los gritos "abuelo, abuelo, abre corre", sabe que es su nieto y acude tan rápido como puede a su llamada mientras su voz seca y ronca pronuncia "ya vaaa, ya vaaa", su nieto se abalanza sobre él sin compasión, ese abrazo es su recompensa por seguir vivo y desea vivir mucho más para no perder-los nunca, tras recibir los dos besos de su hija, deja que su nieto tire de él hacia la cocina "vamos abuela, espabila, que tenemos que comer la tarta", al oír a su abuela el pequeñín suelta a su abuelo y corre hacía su abuela, su hija que sabe lo que esta pensando le dice "es la alegría de la casa, no cabe duda...", el pobre anciano está de acuerdo con ella y no puede contener el llanto, mientras llora en brazos de su hija piensa para él mismo "Ojalá pudiera ser un niño de nuevo, ojalá pudiera ver crecer a mi nieto y vivir muchos más años con esta gente tan maravillosa..."

Todos ellos de tan distintas edades y compartiendo el mismo deseo... poder jugar con el tiempo a su antojo.



Los mejores años de nuestras vidas...
las mejores lunas sabor a miel...
tus manos traviesas nunca se olvidan...
tu boca impaciente sobre mi pie.
Siento dentro que se acaban mis días...
el siguiente héroe que yo puedo ser...
no quiero leyendas de valentías...
ni medallas por cumplir con mi deber.
Y qué hago aquí mirando al cielo,
a diez mil kilómetros de tus besos.